La ayuda que Al-Anon ofrece:
1.- Conocer a otras personas quienes comprenden su problema.
Es muy cierto que sólo un alcohólico puede comprender a otro alcohólico. Asi, tambien, que sólo una persona que haya convivido con un alcohólico puede comprender a los familiares de estos.
Ofrecemos consuelo y esperanza de una mejor forma de vida. Al compartir nuestra experiencia y fortaleza con los demás.
2.-Aprender sobre el alcoholismo como una enfermedad.
Al asistir a las reuniones de Al-anon con cierta frecuencia, llegamos a la comprensión de que el alcoholismo es una enfermedad progresiva y mortal, si no es detenida a tiempo con la abstinencia. Y que no podemos.
Acusar al alcohólico de falta de voluntad. Comprendemos que no somos culpables por que no la causamos, por tanto, nosotros los familiares no podemos controlar ni curar la enfermedad.
3.- Cambiar desesperación por esperanza.
En las reuniones no hablamos de nuestro familiar alcohólico, le guardamos respeto y consideración, los amamos porque hemos aprendido a separar a la persona de la enfermedad, por medio del desprendimiento emocional.
Nos damos cuenta de que nuestras molestias provienen de nuestra actitud. Que hemos estado representado el papel de propiciadores, víctimas, o provocadores, en la dinámica de la enfermedad tratamos de cambiar nuestra actitud, lo cual resulta de mucho valor para el alcohólico y en beneficios sin límite para toda la familia. Aprendemos a tener responsabilidad con nosotros mismos; descubrimos sentimientos de autoestima, amor y crecimiento espiritual.
Enfrentamos nuestros sentimientos nos concentramos en nosotros mismos. Viviendo un día a la vez y utilizando todas las herramientas que brinda el programa de Al-anon, podemos encontrar soluciones que nos conduzcan a la serenidad.